Hoy quisiera tratar un tema que vemos de forma recurrente en nuestra consulta. Es inevitable crear conexiones que van más allá del cuidado quiropráctico y es por ello que hoy quisiera regalarme la oportunidad de hablar con el corazón en mano.
Crear vida es uno de los fenómenos más increíbles que existen. Todo nuestro ser físico y emocional se convierte en un verdadero gesto de altruismo del cual no llegamos a obtener verdadera conciencia.
La maternidad es una experiencia que podría denominarse de extremos ya que alberga desde las etapas más maravillosas e increíbles hasta las más complejas y oscuras.
Pero permíteme decirte algo; todas y cada una de estas etapas nos van a ayudar a convertirnos en la mejor versión de nosotras mismas.
No voy a crear un texto más de muchos que hablan de la idealización de la maternidad y de la crianza porque ambos son procesos que cada uno/a de nosotros los convertimos en únicos. Esto tiene un razonamiento muy lógico y sencillo, son momentos únicos porque nosotros somos seres únicos.
Creedme cuando os digo que no existen las verdades absolutas. No existen los partos absolutos, ni la lactancia absoluta al igual que no existe la crianza ni educación absolutas. Y, ¿sabéis que? No existe una mejor que otra ya que nosotros seremos los responsables de hacer de todos ellos algo perfecto y especial.
En el momento en el que una mujer se queda embarazada comienza a obtener un torrente de información acerca de qué es mejor para ella y para el bebé. Pero no olvidemos que esas informaciones, gran parte de ellas están fundadas en experiencias vividas por personas ajenas a nosotros (madres, abuelas, suegras..). Siempre he defendido la gratitud de la ayuda pero no debemos de olvidar que cada padre y cada madre sabe de forma instintiva qué es lo mejor para sus hijos.
Existe una fuerza más poderosa que la información o la experiencia. Esa fuerza innata nace junto con nuestro bebé desde el momento de la gestación y se llama AMOR.
El amor no tiene una forma ni un sentimiento definido. En el momento en el que das a luz a tu bebé no tienes porqué sentir ese famoso revoloteo de mariposas en el estómago, no nos engañemos. Existe una probabilidad de madres que puedan llegar a experimentar esta sensación, pero hay otra que puede sentirlo de otra forma o directamente, no llegar a sentirlo.
Esto no quiere decir que no exista el amor. ¡Claro que existe! Pero este puede manifestarse de infinitas formas ya que el amor también es infinito.
El amor es perfecto en cada una de sus expresiones.
El amor es el que hace que tu crianza sea perfecta porque él va a ser el encargado de mover cada parte de nosotros. Nuestra función de protección, cariño, aliento, comprensión, alimento…El motor del amor es el responsable de que le facilitemos a nuestro hijo/a todo lo que realmente necesita.
El amor no viene solo ya que viene cogido de la mano de otras sensaciones que nos causan rechazo, como puede ser el miedo.
La maternidad transforma cada parte de nosotras y en ocasiones nos hace sentir seres extraños en nuestro propio cuerpo. La concentración se disipa por momentos, la percepción del tiempo cambia de forma radical, se desarrolla una sobreprotección hacía cualquier cosa que pueda causar un dolor o daño a nuestro bebé.
Se pierden nuestros momentos dedicados a nosotras y a nuestro cuidado personal, la falta de sueño nos vuelve en seres más irascibles.
Sentimos que estamos en el centro de un huracán de críticas sobre lo que estamos haciendo bien o estamos haciendo mal. ¡Es como si la sociedad te mandase mensajes subliminales de la perfección!
Pero piensa. De verdad, párate y piensa.
Siéntate, mira a tu bebé, abrázalo y en el momento en el que se cree esa conexión, el/ella va ser quién te diga con su mirada: “Mamá, lo estás haciendo genial”.
Siempre voy a repetir una y otra vez a cada una de las mamis que venís a nuestra consulta algo que me he estado repitiendo yo durante toda mi maternidad como si de un mantra se tratase.
«Sois perfectas para vuestros hijos porque vuestros hijos son perfectos para vosotras.»
Los estáis haciendo genial mamis 😊
Ana Victoria Quesada
CA en Mediterráneo Quiropráctica.