El calor es una respuesta biológica a las altas temperaturas. Es una reacción que activa el Sistema Nervioso y aumenta los niveles de adrenalina para facilitar la adaptación.
Es una respuesta primitiva de huida y/o defensa de aquello que nos produce malestar, es por ello, que superados los 35-40 grados nuestro cerebro se resiente sufriendo estrés, ansiedad, falta de concentración, inquietud, irritabilidad…
El calor impide que el hipotálamo, el encargado de regular nuestra temperatura corporal, controle adecuadamente la temperatura lo que hace que regulemos peor el sueño en los días de más calor y la calidad del mismo se vea deteriorada.
Las subidas de temperaturas enlentece la propagación del impulso nervioso y la contracción de los músculos genera más calor corporal.
El cerebro recibe señales de fatiga que nos produce esa sensación de cansancio y falta de ganas tan conocidas durante los meses de verano.
El cuidado quiropráctico es fundamental en estos meses de verano donde ponemos a trabajar nuestro cuerpo con tanta intensidad, un sistema nervioso libre de interferencias es necesario para mantenernos al 100% y poder disfrutar por completo de estos meses.
¿Cuáles son nuestros consejos para sobrellevar mejor el calor?
Mantener el aire acondicionado a una temperatura constante, unos 24º. No poner el aire acondicionado a temperaturas muy bajas ni cambios constantes
Mantener una adecuada ingesta de AGUA ya que hay una pérdida por evaporación cutánea, respiratoria y por sudoración.
Comer de forma saludable y de fácil digestión. Una dieta rica en verduras, hortalizas y frutas que nos proporcionen una buena hidratación.
Evitar las bebidas alcohólicas, la cafeína y el azúcar. Los tres aumentan la pérdida de líquidos.
Seguir horarios de sueño regulares y hacer siestas de 10 minutos (según estudios realizados) siempre que se puedan.
Mediterráneo Quiropráctica
Centro especializado en la columna vertebral y Sistema Nervioso